sábado, 8 de octubre de 2016

Dramatis Personae Tormenta de Magia reforged: las fuerzas del bien

Buenas!

Después de la presentación de los esbirros del caos, ahora les toca a los héroes del bien. Para detener las fuerzas de los dioses oscuros se han unido guerreros y arcanos de varias procedencias. Conseguirán detener la invasión?

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Los preparativos avanzaban como estaba previsto. Los esbeltos y ágiles buques esperaban en el puerto, cargados con  suministros y armas. Cerca del muelle los lanceros aguardaban en perfecta formación la orden de embarcar. A su lado los arqueros revisaban sus arcos, estiraban las cuerdas y disparaban flechas invisibles, comprobando la correcta tensión de los arcos. Los hijos de las casas nobles asentaban sus corceles en las bodegas para prepararlos por el agitado viaje. 

Ethiron observaba todo el ajetreo desde la ventana de su estancia. Aunque era un avezado viajero, le disgustaba la idea de luchar fuera de Ulthuan.  Si los informes eran ciertos, el caos regresaba para reclamar lo que consideraba suyo. El destino de de esas tierras no le importaba demasiado, pero el deber y el honor de su familia le obligaban. De repente alguien llamó a la puerta y pidió permiso para entrar en la estancia. 

Puedes pasar * dijo Ethirion sin dejar de mirar el puerto *

Un sirviente entró, le acompañaba otro elfo vestido con una armadura carmesí con un fénix dorado en la placa pectoral. Sin duda se trataba de un representante del templo de Asuryan. El sirviente le entrego un pergamino sellado. Lo abrió con cuidado y lo desplegó. Cuando termino de leerlo, emitió una pequeña sonrisa y miro al horizonte. 

Preparad otra nave, parece que tenemos nuevos reclutas * bromeo tímidamente *




Ethiron "Señor de Tor Hysmel”


Tor Hysmel es una pequeña ciudad portuaria excavada dentro del Uilosson, un alto acantilado en el norte de  Cothique.   Por fuera parece simple, casi tosca para los estándares élficos, pero por dentro sus salones no tienen nada que envidiar a cualquier ciudad de Ulthuan. El príncipe de estas tierras es Ethiron, una marinero y explorador avezado, acostumbrado a luchar contra monstruosidades marinas y piratas norses. Su familia fue de las primeras en asentarse en el llamado viejo mundo. Escogieron un territorio que les recordaba a su Cothique natal. En esas extrañas tierras encontraron un horror al que combatieron ferozmente y que finalmente consiguieron apresar para todo la eternidad o eso creían.

La tranquilidad reinaba en la ciudad, hasta que el mensaje rompió la frágil calma. El contenido de la misiva disgusto enormemente al príncipe, lo que menos necesitaba era desgastar su ejercito en una guerra fuera de Ulthuan. Pero sus antepasados juraron que ese mal no volvería a pisar la tierra y el no pensaba romper esa promesa. Tor Hysmel iría a la guerra. 




Kaelis “la espada solitaria”


Para las autoridades imperiales, Kaelis es solo un aventurero mas. Uno de tantos  que llenan  las tabernas en busca de fama, fortuna y gloria.  Pero en realidad es un agente de la torre blanca, sus ojos y oídos en el viejo mundo. Viaja por todas las tierras de los hombres recabando información y recolectando los viejos fragmentos del pasado élfico que aun yacen olvidados en el continente. Cuando descubrió que los agentes del caos pretendían destruir los antiguos monolitos, movió todos los hilos para forzar una respuesta de Ulthuan. Además de su mensaje a los archimagos de Hoeth, Kaelis avisó a  un hechicero imperial, sabiendas de su amistad con Sheen, un alumno de Teclis. Esperaba que la mediación del mas grande mago de toda Ulthuan fuera suficiente para movilizar tropas de refuerzo. La treta surgió efecto, ahora solo esperaba que no fuera demasiado tarde. 




Sheen “mirada ardiente”


Sheen nació en la bulliciosa Lothern. Allí pasó su juventud, entre alcohol y mujeres de  mala fama.  Hasta que sus excesos llamaron la atención de las autoridades. Fue acusado de pertenecer a un culto del placer y aunque absuelto, fue obligado abandonar la ciudad.  Pasó un tiempo, hasta que llegó a Hoeth. Es difícil discernir como consiguió cruzar el laberinto de ilusiones que rodea la torre del conocimiento. Puede que la visión borrosa a causa de la bebida o sencillamente estaba predestinado a llegar. Se quedo a aprender algo de magia y pronto Teclis se fijo en el. No por sus habilidades como hechicero, sino mas bien, por su habilidad para preparar fiestas legendarias. Pronto los dos fueron asiduos en banquetes y locales de dudosa reputación. Cuando Teclis  viajo al viejo mundo para fundar las escuelas de magia, Sheen le siguió para “ayudarle”.  Se quedo un tiempo para descansar y descubrir nuevos brebajes para beber. Al final también se cansó de esas tierras y se marchó a su hogar. Su vida continuó como siempre, hasta que un día un escalofrío recorrió todo su cuerpo. Justo después llegó el mensaje de Benedikt. La situación era preocupante pero podía sentirlo, el estaría allí. Era hora de cobrar lo que le debía. 




Arthaes “El renacido”


Nacido en el frío norte, en Naggaroth. Criado en el odio y la ira pronto se unió a las fuerzas que pretendían asaltar Ulthuan. Durante la invasión una flecha salida de las sombras lo derribo. El elfo se tambaleó y cayo desplomado a las aguas. Una misteriosa corriente llevo su cuerpo a la orilla de la isla del fuego. Allí, cerca del templo de Asuryan, le estaban esperando. Su llegada estaba escrita en la cámara del destino, el padre de los elfos tenia un papel para el feroz guerrero. Cuando despertó su alma era distinta. Donde había rabia ahora había paz. Donde había odio ahora había resolución. Nadie sabe que le sucedió, que especie de viaje espiritual realizó. Pero a los sacerdotes no les importa, su fe es inquebrantable y su fidelidad fuera de toda duda . Ahora el destino le llama una vez mas. 




Faervel “el fuego carmesí”


Orgulloso e impetuoso, Faervel es el hijo menor de una noble familia de Caledor. A pronta edad sintió la llamada del dragón y de muy joven ya sobrevolaba las llanuras entre los volcanes a lomos de Finraith, su montura. Su vínculo es tan grande que se dice que la misma fuerza vital del dragón fluye por sus venas y cicatriza sus heridas en medio de la batalla. A pesar de su juventud, es un arcano y guerrero respetado. Aunque algo brusco, suele caer bien al resto de elfos, así que no es de extrañar que su hermano le envíe a otros reinos en busca de apoyos políticos. Es por estos asuntos que se encontraba en Tor Hysmel justo cuando llego el mensaje informando de las malas noticias. Al escuchar  la misiva, no dudo en ofrecerse a apoyar el ejercito de Ethiron. El príncipe aceptó encantado, puesto que con un dragón de tu parte todo es mas fácil. 




Inhuāchitl “cazador de demonios”


En la era del Caos, cuando los portales en los polos sucumbieron e inundaron el mundo con la energía del inmateirum, Xhotl bendijo a su ciudad con un desove extraordinario. Grandes saurios salieron de los pozos de cría, todos con una fuerza sin igual y una gran habilidad en el combate. Inhuāchitl en seguida llamó la atención de los slann de la ciudad. Sus ojos eran blancos, sin pupilas. Pero el saurio no parecía ciego, sino todo lo contrario. Los vientos de la magia, las formas autenticas de los demonios, lo que era invisible a los otros el podía verlo. Era una señal. Los slaan le regalaron un arma especial, que le ayudaría en el cometido que le había encomendado Xhotl. Durante el asedio de los demonios a la ciudad templo estuvo a las ordenes de Kroq-Gar y le siguió después a  Hexoatl. Desde ese día a realizado muchos encargos del cacique Mazdamundi. Donde se espera una incursión demoníaca, el ya esta allí esperando su llegada. Ahora ha sido enviado al viejo mundo, debe evitar que se rompa el sello y sino es posible, eliminar lo que esta encerrado.




Benedikt Finstereschatten “el héroe sin nombre”


En el colegio gris hay pocos magos mas respetados que Benedikt. Es un hombre de honor, justo y un poco despistado. Ha luchado toda su vida contra el caos, desde  las cavernas oscuras de las montañas grises hasta en las apestosas alcantarillas de Marienburgo. Nunca ha recibido ningún homenaje, ni lo necesita, siempre detrás del telón, justo como a el le gusta. Fue en uno de estos lugares alejados de la civilización donde un compañero de aventuras le comunicó algo preocupante. Una gran hueste del caos parecía dirigirse a unos monolitos élficos que encerraban una peligrosa criatura del caos. Reunió toda las fuerzas que encontró pero no era suficiente, así que pidió ayuda a un amigo, un mago élfico que conoció en una taberna. La respuesta fue esperanzadora, una ejercito de la lejana Ulthuan se uniría en la protección de los monolitos, pero aun tardaría unos días en llegar. Hasta entonces estarían solos.



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